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Pero no esperes demasiado en los hombres,
son tardos en dar, crueles a fuerza de olvidadizos, ingratos por apatía y, a veces,
dañinos por mala intención.
Pon tu esperanza más alta. Espera aquel que se cierne sobre ti,
Pon tu esperanza más alta. Espera aquel que se cierne sobre ti,
que vela amoroso por ti, que no te abandona nunca.
Espera en el que todo lo da sin exigir nada,
en el que no te enseña sus manos cuando derrama sobre tu corazón
el tesoro incomparable de la conformidad y de la alegría.
Espera en el que, para poetizar y espiritualizar el fruto que te alimenta,
hace que el primero sea flor fragante y graciosa que recrea tus ojos
y lleva dulces emociones a tu corazón.
Dejarse dominar por el desencanto es condenarse a una vida infructuosa de dolor
y de martirio.
No te duermas por la noche aterrorizado por la oscuridad, sino alegre, con la certeza
de que la aurora vendrá a besar nuevamente tus ojos y te despertará
No te duermas en la muerte entre congojas angustiantes,
conserva para tan feliz momento una esperanza.
El que entra en la muerte con una esperanza es como el que penetra en la
oscuridad tenebrosa con un haz de rayos fulgentes en la mano.
Mientras la muerte llega, espera, la muerte es suave desvaneciemiento que nos lleva
a una Resurrección Gloriosa.-
Rafael Ruiz López
En memoría de mi querido Tío John Klenner Largo viaje al infinito. Gracias.